¿Por qué nos gusta tanto el café Arábica?

Seguramente has escuchado la palabra “arábica” junto a café. Está en todas partes, desde los paquetes en las tiendas, en las cápsulas y lo reconoces como tu café favorito. Y es posible que te hayas preguntado, con razón, qué significa este nombre. Es exactamente lo que vamos a descubrir en este artículo.

El café Arábica es simplemente café hecho con un tipo específico de granos de café, llamados “Arábica”. Estos granos toman el nombre de la especie de la planta que los produce, el café Arábica. Esta planta es solo una entre unas pocas decenas del gens coffea que colectivamente llamamos “la planta del café”. Hay pues, muchas de estas especies, del mismo modo que no hay una sola especie de rosales o de naranjos.

El café Arábica es el más cultivado en el mundo, representando alrededor del 60% de la producción total. Eso es mucho, y la razón es simple: los granos de Arábica son los más sabrosos y dulces de todos, con los que constantemente se elabora el café más premiado del mundo, los más apreciados tanto por los expertos como por los fanáticos del café.

El nombre es un poco inapropiado. En realidad, la planta de café Arábica es natural de Etiopía, y fue en el siglo XV cuando los comerciantes árabes descubrieron sus propiedades y llevaron los granos a Yemen, en la orilla opuesta  del Mar Rojo. 

A partir de ahí comenzaron a tostarlo y prepararlo, exportando café a todo el mundo árabe y luego a Europa. El nombre de “Arábica” solo se refiere al lugar donde los europeos compraron el café, no corresponde a su orígen.

La leyenda del café: Infiel y bautizado

Como todo hábito arraigado en las costumbres sociales y comunes a todo el mundo , el café también tiene su mito y leyenda que datan del siglo IX: Cuenta que en Etiopía, en la región de Kaffa, y de ahí deriva el nombre del café, un pastor de nombre Khaldi notó que las cabras de su rebaño tenían comportamientos extraños cuando comían las bayas de determinadas plantas: los animales se excitaban  y no dormían por las noches.

El pastor, llevó un puñado de esas bayas al imán de su aldea, quien desaprobó el consumo de esos frutos y arrojó el puñado de bayas al fuego. Cuando comenzaron a quemarse emanaron un agradable perfume que invadió la estancia, lo cual dio a Khaldi la idea de moler los granos tostados e infusionarlos: Y así nació el café.

Sin embargo, el hecho de haber nacido y ser difundido por naciones árabes, provocó que en el Occidente cristiano se lo considerara una “infusión del diablo”. Por este motivo, fue el mismo papa Clemente XIII quien recién en el siglo XVIII obligado a tomar una decisión en cuanto a la bebida que tal era su penetración a través de los comerciantes que muchos sacerdotes pensaban que podría reemplazar al vino, bendecido por ser la Sangre de Cristo.

Muy distinta fue la historia, ya que el pontífice, lejos de prohibirlo, quedó cautivado por el sabor y la delicadeza de la bebida exótica y declaró: “Esta bebida del Diablo es tan exquisita que es un pecado que la beban solo los infieles; debemos buscar de engañarlo y bautizarla”. Verdaderamente, todo queda en el mito, ya que no hay pruebas documentales de que la haya realmente bautizado, pero sí queda en la historia Clemente VIII como ‘el papa del café’.  

Además de café Arábica, los otros tipos

En la naturaleza, incluso antes de que el hombre creara nuevas especies, existían muchos tipos de plantas de café y el café Arábica es solo uno, el más popular. Proporciona una gran parte de la producción de café y lo más probable es que la última taza de café que haz tomado haya sido hecha con granos de Arábica.

El otro 40% de la producción mundial está compuesto de otros tipos de café. El segundo más extendido es el Robusta, de nombre científico coffea Canephora, que originalmente estaba presente solo en África subsahariana, occidental y central. 

Junto con el café Arábica; estos dos tipos de café representan alrededor del 98 % de toda la producción  vendida en el mundo.

Retoños de café

El otro 2 % está hecho principalmente de otras dos especies: coffea Stenophylla y coffea Liberica. Stenophylla se encuentra principalmente en la costa occidental de África, en las zonas más húmedas y afectadas por las lluvias, mientras que Liberica también originaria de África occidental, pero hoy en día se cultiva en muchas partes del mundo. 

Indonesia y Filipinas son los dos principales países productores de café Liberica. Sin embargo, ambas especies tienen poca importancia en comparación con el café Arábica y el Robusta.

Arábica vrs. Robusta

¿Por qué el mundo del café se centró tanto en café Arábica y Robusta? Sabiendo que hay muchas especies de café, surge la pregunta.

La razón principal es el sabor: ambos saben mejor que la mayoría de las otras especies de café. Ambos son capaces de producir un café excelente, siendo el café Arábica el más elogiado: es más dulce y tiene una acidez más pronunciada, con una gama más amplia de sabores que se pueden degustar en la taza.

Las ventajas del café Arábica

- Cantidad moderada de cafeína: tiene entre un 0,8 % y un 1,4 % de cafeína, muy lejos del 4 % que puede llegar a tener un Robusta.

- Cuerpo liviano y sutil, ideal para la mayoría de los bebedores de café

- Sabor afrutado con un mayor número de aceites y azúcares naturales que permiten un sabor menos amargo que las otras variedades

Beneficios de la salud

El café Arábica no solo tiene un sabor excelente, sino que posee algunos beneficios para la salud que vale la pena mencionar:

- Contiene gran cantidad de antioxidantes.

- El bajo contenido de cafeína lo hace ideal para aquellos que desean mantenerse alerta pero temen no poder dormir por la noche

- Es muy bajo en calorías

- Contiene muchos elementos como niacina, magnesio, riboflavina, manganeso y potasio

- Bebido con moderación, se descubrió que el café Arábica tiene efectos beneficiosos para el corazón y es capaz de prevenir enfermedades cardiovasculares.

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