Llega para este verano el cold brew, un café soluble que se elabora a través de un proceso de maceración para servirse en frío preferiblemente. ¿Te lo vas a perder?
Llega cold brew, la bebida más refrescante del verano. Esta bebida resulta bastante compleja, ya que sus propiedades sensoriales son muy versátiles dependiendo del desarrollo de producción que se haya empleado.
Sencillamente, es un proceso de maceración del café soluble para luego servirse en frío preferiblemente. Esta técnica es llevada a cabo con una temperatura ambiente del agua que permite reducir el sabor ácido del café hasta un 67%, por la ausencia de las altas temperaturas y la presión casi inexistente.
La derivación final que surge a través de este procedimiento es una bebida fresca y muy agradable al paladar, que se toma preferiblemente con hielo, pudiendo ser utilizado como base para hacer nuevos cócteles y combinados con café.
Según las diversas propiedades de los granos de café (su origen, tipo de tueste, punto de molido, proceso de elaboración, calidad de agua, temperatura, tiempos de maceración o de infusión, grado de turbulencia, etc.) se pueden obtener múltiples variables que lo caracterizan y se consiguen diferentes resultados.
De este modo, se entiende así que sus propiedades son aquellas que lo caracterizan como una bebida tan atractiva y desafiante. Y es que al final, dependiendo de la experiencia y el método que utilice cada persona, se puede crear su propia receta de cold brew y obtener un café personalizado y totalmente sorprendente a la hora de prepararlo.