Primeramente, hay que respetar las proporciones: dos-dos-dos para una taza, o progresivamente si deseamos más porciones.
Entonces, con dos cucharaditas de café soluble, dos de azúcar y dos de agua caliente, se comienza a batir, preferentemente con una eléctrica, hasta que se va formando una crema aireada, lisa, con una consistencia tal que permite formar picos. Como las claras batidas a nieve para hacer un merengue. Detalle a tener en cuenta: es muy importante que el agua esté bien caliente, pero no hervida, para lograr el óptimo resultado.
Se sirve un vaso de leche bien helada y se cubre encima con un alto copo de esta crema, de sabor dulce y de café fuerte. El efecto visual de esta crema sobre la copa es muy probable que sea parte de la responsabilidad de haberse viralizado en Internet: Entonces, elige cuidadosamente la taza, vaso o copa que vas a usar, vidrio transparente es lo ideal, que permitirá ver las capas y los contrastes de colores.
Para beberlo, con una cucharita, se mezcla suavemente, de forma envolvente, para no conseguir una textura uniforme y que queden en la boca las trazas e hilos de crema, para sorprender a la lengua con las distintas consistencias y sabores de leche y café.