Tres destinos cafeteros del mundo

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Hoy te proponemos un viaje sensorial a los mejores destinos para disfrutar los mejores café premium del mundo. No precisas ser un sommelier o un barista profesional para hacer el viaje a las raíces de la bebida más popular del mundo.

 

Ya sea que lo prefieras americano, de la moka de casa, en cápsulas monodosis o estrictamente espresso en la barra de un bar, disfrutar de un buen café es una experiencia que acompaña en el día a día y también se puede transformar en un viaje de turismo muy especial: ¿Dónde se bebe el mejor café? ¿Dónde y cómo se cultiva? 

Hoy te proponemos ese viaje único, con los destinos más impactantes que conectan experiencias excepcionales y auténticas: conectarse con el café y su cultura, los productores y sus comunidades, acercarse al orígen de la tierra o beber los mejores y más sofisticados. 

¿Por dónde empezar? ¡Vamos a Italia a tomar el mejor café!

Las mañanas en Italia tienen un aroma y un sabor bien definidos: ¡Café!

 

Una de las bebidas más consumidas del mundo que en Italia ha encontrado un pueblo literalmente enamorado de su sabor y aroma. Del ristretto al macchiato, un abanico de sabores que evolucionó con la llegada de los granos de cafeto desde Oriente a través de la puerta de entrada a Europa, en Venecia. En su histórica Plaza San Marcos encontramos el café Florian fundado en 1720, único sobreviviente de las primeras ‘bottega di caffè’ de la ciudad, punto reunión de nobles e intelectuales, como Giacomo Casanova.

 

Para la Ciudad Eterna y los romanos, el café es como el combustible: el espresso es el elemento vital. Hay quienes logran beber hasta cinco al día, gracias a la "velocidad" de la cultura del café italiano. El emblemático café Sant'Eustachio, ubicado frente al Senado de la República Italiana, y muy cerca de Piazza Navona y del Pantheon, puede servir hasta ¡seis mil cafés al día!

 

Roma hospeda al segundo café más antíguo de Europa, el Antico Caffè Greco, ubicado en la elegante Via Condotti y a metros de Piazza di Spagna, inaugurado en 1760. Desde el siglo XIX se mantiene inalterable como un centro cultural de encuentro de artistas e intelectuales italianos y extranjeros. Al día de hoy mantiene su espíritu ecléctico y es la galería de arte privada y abierta más importante del mundo ¡Al precio de un café!

 

Siguiendo nuestra ruta italiana del café hacia el sur, no podremos dejar de visitar Nápoles, que se considera a sí misma como la capital indiscutida del expresso.

Ah, che bellu cafè, sulo a Napule ‘o sanno fa’ e nisciuno se spiega pecché è ‘na vera specialità!” (Ah, que bello café, solo en Nápoles lo saben hacer y nadie se explica por qué es una verdadera especialidad) canta en dialecto Doménico Modugno en una de las tantísimas canciones napolitanas que hablan del café. La ciudad a los pies del Vesubio es un viaje antropológico a la vida cafetera, donde el “oro negro” es tratado como un verdadero arte y ritual para todo el día.

Café a la turca: entre historia y tradiciones

Ahora podemos atravesar el mar Mediterráneo para visitar la Puerta de Oriente y degustar otro estilo de café. El café a la turca, o Türk Kahvesi, nombre con el que se le llama en el país de origen, es una forma de prepararlo desarrollada en Oriente, en la que en realidad se trata de un auténtico ritual ligado a la tradición y a los acontecimientos importantes. Por ello ha sido declarado “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad” por la Unesco. 

 

El café turco es una de las primeras formas de hacer café que se han probado. Su origen se remonta a 1554 cuando, en lo que fue Constantinopla y ahora es Estambul, nació la primera cafetería, que pronto se convirtió en un punto de encuentro entre personas y una oportunidad de intercambio cultural y social. 

 

En este lugar se preparaba la bebida negra con un instrumento llamado "cezve" o "ibrik". Este utensilio no es más que una cazuelita de cobre o latón con un largo mango de madera que todavía se utiliza en la actualidad, solo que en sus inicios estaba diseñado para utilizar la arena caliente del desierto. 

 

Un café preparado de manera cuidadosa y artesanal, ya que no se filtra y hay que evitar la formación de borra que llegue a la boca. Sin embargo, esta borra queda depositada en el fondo de la taza y da origen a otra tradición: la cafeomancia, o la adivinación a través de la lectura de los posos de café.

A pesar de llamarse ‘café turco’ o ‘a la turca’ en realidad es la forma en que se lo bebe en todo Oriente, Grecia y los Balcanes. Símbolo de hospitalidad y respeto, Alá le ofreció café a Mahoma para poder afrontar la hostilidad del desierto y tener fuerza en las batallas. 

Colombia, el mejor café del mundo

Si bien el arbusto del cafeto originariamente proviene de África, es Colombia una región protegida para la producción del café por la Unión Europea. Tercer productor y exportador en el mundo, dedicado solo a la variedad Arábica. El Eje Cafetero o Triángulo del Café es la parada obligada de quien visite el país considerado del café por excelencia. Pese a que Brasil lo supera ampliamente en volumen, es en Colombia donde se produce el más preciado por calidad, aroma y delicadeza, según los expertos. Amerita la recorrida por la región de los departamentos Caldas, Risaralda y Quindío, donde las visitas a las haciendas productoras, aisladas en el medio de pueblos coloniales, colinas y cerros del accidentado paisaje, se realizan en vehículos todoterreno llamados ‘busetas’.

 

El café premium no solo se disfruta en el paladar. También forma parte de la vida y las culturas de los pueblos. Puede ser el objetivo de tu próximo viaje al centro del placer porque siempre, más lejos o más cerca, encontrarás ese aroma acogedor y hospitalario que te llevará hacia la perfecta taza de café. Confía en cafés 1984.

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